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« SU MATERIAL, LA MADERA, EL MINERAL Y SIMILARES, TIENE VIDA PARA ÉL. ESO SIGNIFICA QUE EL ARQUITECTO VE EN ÉL EL PRINCIPIO Y EL FIN, LA JUVENTUD Y LA VEJEZ. LA BONITA MADERA ENVEJECIDA NO ES BELLA PORQUE SEA HERMOSA, SINO PORQUE HA RECORRIDO, POR ASÍ DECIRLO, UNA EXPERIENCIA VITAL. ES ESPECIALMENTE BELLA PORQUE SE HALLA MUY PRÓXIMA A LA MUERTE - LA EXPERIENCIA MÁS IMPORTANTE - Y, POR LO TANTO, A FUNDIRSE CON LA NATURALEZA. PERO LA JUVENTUD DEL MATERIAL TAMBIÉN TIENE SU BELLEZA : EL BAMBÚ TODAVÍA VERDE, EL TATAMI NUEVO QUE AÚN HUELE Y EL FRESCO AROMA DE LA MADERA UTILIZADA EN LA CONSTRUCCIÓN, SOBRE TODO LA DEL CIPRÉS ( HINOKI ), QUE DESPRENDE UN OLOR DELICIOSO »
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( BRUNO TAUT )
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