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« HE NOTADO QUE LA MAYORÍA DE LOS PEREGRINOS, SEA EN EL CAMINO DE SANTIAGO, SEA EN LOS CAMINOS DE LA VIDA, SIEMPRE PROCURAN SEGUIR EL RITMO DE LOS OTROS. AL COMIENZO DE MI PEREGRINACIÓN, PROCURABA IR JUNTO A MI GRUPO. ME CANSABA, EXIGÍA A MI CUERPO MÁS DE LOS QUE PODÍA DAR, VIVÍA TENSA Y TERMINÉ TENIENDO PROBLEMAS EN LOS TENDONES DEL PIE IZQUIERDO. IMPOSIBILITADA PARA ANDAR DURANTE DOS DÍAS, ME DI CUENTA DE QUE SÓLO CONSEGUIRÍA LLEGAR A SANTIAGO SI OBEDECÍA A MI RITMO PERSONAL. TARDÉ MÁS QUE LOS OTROS, TUVE QUE ANDAR SOLA MUCHOS TRECHOS, PERO CONSEGUÍ COMPLETAR EL CAMINO PORQUE RESPETÉ MI PROPIO RITMO. DESDE ENTONCES APLICO ESTO A TODO LO QUE TENGO QUE HACER EN LA VIDA : RESPETO MI TIEMPO »
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( ESTHER, RECOGIDO POR PAULO COELHO )
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